La tendencia de Hergé a llevar la actualidad mundial a las aventuras de Tintín continúa con "El cetro de Ottokar", aunque en esta ocasión lo hace de una forma más sutil y difusa y sin realizar alusiones directas como en "El loto azul" ni paralelismos tan evidentes como en "La oreja rota".

En "El cetro de Ottokar" aparece por primera vez el país imaginario de Syldavia, un pequeño reino con reminiscencias germánicas y eslavas situado en la península de los Balcanes que con el tiempo se acabará convirtiendo en una de las figuras míticas del universo de Tintín. El rey de Syldavia, Muskar XII, es objeto de un complot dirigido desde el vecino país de Borduria y que trata de hacer desaparecer un cetro fuertemente custodiado en el castillo de Koprow y venerado por el pueblo, sin el cual el monarca no podría seguir gobernando. El propósito de este complot, que es llevado a cabo por agentes bordurios infiltrados en Syldavia, es debilitar al gobierno sildavo para favorecer una posterior anexión de este país por parte de Borduria. Esta "quinta columna" borduria infiltrada en Syldavia constituye el llamado Partido de la Guardia de Acero y está liderada por un tal Musstler (algo así como Mussolini+Hitler).

"El cetro de Ottokar" comenzó a publicarse en Le Petit Vingtième en agosto de 1938, y esta trama en la que se basa recuerda demasiado a los acontecimientos de marzo de 1938 en los que la Alemania nazi, por medio de agentes infiltrados en Austria y con la ayuda del ilegalizado (en Austria) Partido Nacionalsocialista, consiguió debilitar al gobierno austriaco lo suficiente como para permitir la anexión (la Anschluss) de este país ante la pánfila y complaciente mirada del resto de las potencias europeas (la anexión Alemania-Austria había sido explícitamente prohibida en el Tratado de Versalles). En el relato de Hergé se ven ciertos paralelismos -trama, uniformes, métodos e incluso la presencia de aviones alemanes: un Heinkel 118 en la primera edición y un Messerschmitt Bf109 en la segunda- aunque en esta ocasión el creador de Tintín decidió no ceñirse demasiado a los acontecimientos como había hecho en ocasiones anteriores, quizá para tener más libertad a la hora de desarrollar su aventura sin tener que estar sometido a las restricciones de una historia real.



Heinkel 118 Messerschmitt Bf109

Parece que Hergé disfrutó bastante inventando este país, y prueba de ello es la inclusión -poco habitual en el mundo del cómic- de un cuadernillo con todo tipo de datos históricos y enciclopédicos acerca de Syldavia. En un momento de la historia Tintín lee un panfleto turístico que muestra estos datos con un nivel de detalle realmente curioso, con lo que el lector va descubriendo todo lo relacionado con el país al mismo tiempo que lo hace el protagonista de la aventura. Hergé se atreve incluso con datos lingüísticos -muestra el origen de algunos nombres sildavos- e históricos incluyendo referencias a hechos reales (la Carta Magna de Juan Sin Tierra). Los elementos lingüísticos del lenguaje sildavo están basados en el Marollien, dialecto del bruselense que hablaba la abuela de Hergé.



Syldavia

En "El cetro de Ottokar" se produce la primera aparición de Bianca Castafiore, una diva de la ópera -qué mejor personaje podía introducir Hergé tratándose de un país que exporta violines-, que en un momento dado recoge a Tintín en una carretera haciendo auto-stop y durante el trayecto le obsequia con la interpretación de una de sus piezas favoritas: el aria de las joyas de la ópera Fausto, de Gounod. Esta soprano paquidérmica se acabará convirtiendo en una de las figuras más desternillantes del mundo de Tintín, especialmente cuando se encuentra con el capitán Haddock. Está empeñada en cantar a todo el mundo su aria favorita y en no llamar a nadie por su nombre, y al final incluso será la protagonista absoluta de uno de los álbumes. También aparece por primera vez el coronel Jorgen, uno de los principales conspiradores contra la corona sildava, y que luego tendrá un papel destacado en "Aterrizaje en la Luna".

La primera edición de "El cetro de Ottokar" apareció en 1938 y en 1947 el álbum fue totalmente redibujado a color. De la primera edición me atrae especialmente cómo están dibujados los guardias del castillo de Kropow, con aspecto de figuras de baraja.



Primera edición


El cetro de Ottokar
Título original Le sceptre d'Ottokar
Año 1938
Reediciones 1947 (redibujado en color)
Personajes nuevos Bianca Castafiore, Coronel Jorgen