Después de esa especie de transición que supuso “El cangrejo de las pinzas de oro”, es en “La estrella misteriosa” donde se inaugura definitivamente la segunda etapa de las aventuras de Tintín. Aquí el capitán Haddock cobra su personalidad definitiva y es rehabilitado por Hergé para dejar de ser un alcohólico depresivo y algo cargante y convertirse en un personaje mucho más atractivo y cuya simpatía por el alcohol no pasa de ser algo anecdótico y divertido, tanto es así que incluso se convierte en el presidente de la Liga de Marinos Antialcohólicos (eso sí: con los armarios de su camarote repletos de botellas de whisky). Esta es una jugada maestra de Hergé que así mata dos pájaros de un tiro: por un lado deja bien claras sus intenciones de rehabilitar al Capitán y por otro le da un cierto toque humorístico a su nueva relación con el alcohol.

La historia comienza con la aparición de una extraña estrella cuyo tamaño crece a ojos vistas y que al final resulta ser un meteorito que amenaza con estrellarse contra La Tierra, provocando el fin del mundo. Finalmente, y ante la decepción del profesor Calys, sólo un fragmento de este bólido impacta contra el planeta. La busqueda de este aerolito sirve de marco para desarrollar el resto de la aventura. Dado que los temas que trataba Hergé en sus libros nunca eran casuales y casi siempre respondían a temas de actualidad o preocupaciones latentes en la sociedad en cada momento, se me ocurre que el hecho de tratar este tema del posible choque de un bólido contra la Tierra podría estar relacionado con las primeras hipótesis que se formularon en esta época acerca del suceso de Tunguska, y que apuntaban a que posiblemente fuera debido al choque de un cometa o asteroide.

En cuanto al escenario en el que transcurre la historia, y dado que no estaba la cosa en Bélgica como para nadar contra corriente, Hergé hizo una serie de concesiones al régimen nazi que posteriormente le acarrearon gran cantidad de problemas, principalmente el de ser acusado de colaboracionismo. En la segunda edición de 1952 rectificó algunos de estos episodios:

  • El banquero que financia la expedición del Peary -el malo de la historia- es, en la primera edición, un judío norteamericano llamado Blumenstein. En la revisión de 1952 lo convierte en un tal Bohlwinkel, de la imaginaria república sudamericana de Sao Rico. Aunque cambia el nombre y la nacionalidad no retoca el dibujo, por lo que éste conserva unos evidentes rasgos judíos (o al menos los rasgos supuestamente judíos que utilizaba la propaganda antisemita del momento: nariz grande y aguileña, labios gruesos, etc.).



  • La lancha procedente del Peary que intenta alcanzar el aerolito antes que Tintín porta la bandera estadounidense en la primera edición, en la segunda se sustituye por la de Sao Rico.


  • Todos los científicos que participan en la expedición son de países neutrales o alineados en mayor o menor medida con el III Reich -alemanes, españoles, portugueses, suecos,...-. No hay científicos norteamericanos, franceses, ingleses ni rusos. Esto no se modifica en la segunda edición.
  • El nombre del barco que embiste al navío polar "AURORA" tratando de hundirlo no puede ser más americano: "KENTUCKY STAR". Esto tampoco se modifica en la segunda edición.

En resumen, en la primera edición de 1942 todos los malos eran judíos norteamericanos, y en la segunda de 1952 ya no eran ni judíos ni norteamericanos. Lo que tocaba en cada momento.

Como mencioné anteriormente, estas concesiones provocaron que al terminar la guerra Hergé fuese acusado de colaboracionismo y, al igual que todos los demás escritores, dibujantes y periodistas que habían colaborado con los medios oficiales durante la ocupación, vio prohibidas sus actividades durante algún tiempo, lo que provocó la interrupción durante dos años de la publicación de las tiras correspondientes al álbum que dibujaba en ese momento (”Las siete bolas de cristal”). Tuvo que mediar un antiguo miembro de la resistencia belga -Raymond Leblanc, que luego dirigiría la película “Tintín y el lago de los tiburones”- para que Hergé pudiera seguir publicando sus relatos.

"La estrella misteriosa" es el primer álbum de Tintín dibujado directamente en color y con 62 páginas -el formato definitivo que todos conocemos-, todos los anteriores fueron dibujados en blanco y negro y tenían, en sus primeras ediciones, entre 100 y 130 páginas. Las restricciones y la carestía del papel durante la guerra, unidas a las posibilidades de coloreado que ofrecía la nueva maquinaria adquirida por la editorial Casterman provocaron que los editores propusieran a Hergé este nuevo formato. De esta manera se inició una etapa de gran actividad para el creador de Tintín, ya que revisó todas las aventuras anteriores para adecuarlas a este nuevo patrón, aprovechando también para actualizarlas, corregir algunos errores y en algunos casos redibujarlas completamente. Fue tal la carga de trabajo que tuvo en estos años que no pudo asumirlo él solo y decidió crear un estudio especializado con más colaboradores, lo que al final acabarían siendo los estudios Hergé.


El nuevo capitán Haddock

Parece que después de la aparición algo dubitativa del capitán en "El cangrejo de las pinzas de oro", Hergé decidió incorporarle como personaje fijo en las aventuras de Tintín y le dotó de una personalidad que dan a dichas aventuras gran parte de su valor. Es posible que en su momento lo concibiera como uno más de los personajes que aparecen ocasionalmente en las aventuras (Rastapopoulos, Serafín Latón, Allan,...) y que la personalidad que creó para él le acabara cautivando de tal manera que decidió convertirlo en "fijo".

En "La estrella misteriosa" descubrimos por primera vez al auténtico y definitivo capitán Haddock. Lejos de aquel hombre hundido que, rodeado de truhanes en el "Karaboudjan" ahogaba sus penas en whisky, Hergé nos muestra ya un personaje con un carácter definido, nos hace vislumbrar al que con el paso del tiempo y de las aventuras se convertirá en el personaje favorito de la gran mayoría de los seguidores de los comics de Tintín. Aquí podemos asistir por primera vez a sus repentinos cambios de humor, a su perfil de marino intrépido e indomable, de un hombre capaz de sentirse derrotado por un pequeño fracaso y de recuperar la energía y el optimismo tras beber dos vasos de whisky. Su orgullo recuperado le lleva a afrontar con la máxima ilusión y energía la empresa de comandar el navío polar "Aurora", donde por fin iba a ser otra vez CAPITÁN de un barco, con mayúsculas, y donde ya no viajaría rodeado de enemigos.




La estrella misteriosa
Título original L'étoile mystérieuse
Año 1942
Reediciones 1952 (reeditado con algunos cambios)
Personajes nuevos -